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La última visita de Gabriela Mistral a Chile

Solapas secundarias

Sentir la nación desde la escritura: Chile en la obra poética de Gabriela Mistral


Aun cuando mantuvo una relación tensa con las autoridades políticas y la academia chilena, Gabriela Mistral convirtió a su tierra natal en un importante motivo literario. El ejemplo más evidente es Poema de Chile, libro publicado por Doris Dana en 1967, diez años después de la muerte de la autora.

Poema de Chile ha sido interpretado como un diario de vida literario, donde, por medio de la memoria, la escritura se vuelve acto de resistencia frente a la muerte y la condición de extranjera (Muñoz 2006). Fueron setentaisiete poemas los que reunió Doris Dana en la edición final del libro, textos encadenados donde cada pieza «es un eslabón hilvanado por la geografía del territorio de norte a sur» (Falabella y Domange 2010, 45).

La obra construye un gran lienzo poético del país (Falabella y Domange 2010), que la poeta describió como «una especie de mapa medieval de Chile». En cuanto al proceso creativo, señaló: «Me represento las regiones según ese estilo, personalizándolas en una bestia o en un cultivo» (Mistral 1957, 190).

Poema de Chile no es solo la descripción de un lugar geográfico y cultural, sino de un espacio literario donde se imprimen las sensaciones «desencadenadas cuando se participa de esta tierra no como un sujeto, sino como un elemento más» (Muñoz 2006, 58). Esto se puede reconocer en el hablante lírico, que establece una «relación primaria con la naturaleza, anterior a cualquier dominio» (Olea 1998).

Así se expresa el hablante en «Valle de Chile»:

«Para repasarlo, yo

que lo dejé, siempre vuelvo

a besarlo sobre el lago

mayor y el oscuro pecho

y me echa un vaho de vida

el respiro de sus huertos» (Mistral 1967, 85).

El Valle de Elqui en la memoria de Gabriela Mistral

En su último viaje a Chile, Gabriela Mistral se reencontró con el Valle de Elqui, lugar al que aludió constantemente en su obra y que le permitió establecer un vínculo afectivo con el país.

La zona fue una fuente de inspiración constante que la llevó a escribir: «Errante y todo, soy una tradicionalista risible que sigue viviendo en el Valle de Elqui de su infancia» (Mistral 2002, 100).

Algunas de las piezas que componen Poema de Chile, como «Valle de Elqui», «Jardines»y «Flores», trascienden la rememoración romántica del espacio y proponen una mirada crítica, mediante la reivindicación de los poblados más pequeños y rurales, y la evasión de la mayoría de las grandes ciudades (Sepúlveda 2009):

«Claro, tuviste el antojo

de volver así, en fantasma

para que no te siguiesen

las gentes alborotadas,

pasas, pasas las ciudades,

corriendo como azorada,

y cuando tienes diez cerros,

paras, ríes, dices, cantas» (Mistral 1967, 90).

En «Patrias» poema de Lagar, el origen del sujeto del texto está en dos espacios: Montegrande y Mayab, nombre maya de la Península de Yucatán. Con esto, el hablante propone una mirada esperanzadora del retorno no solo al Valle de Elqui, sino también a América Latina.

Asimismo, los espacios se conciben como madres a las que sus hijos deben retornar. Los últimos versos enfatizan la función maternal y celebran el reencuentro. Esto posibilita la recuperación del pasado «de la raza americana», mientras que la voz del poema hace lo propio con el pasado familiar de la poeta, «aquel que vivió en esa pequeña aldea de Montegrande» (Münnich 2002).

«Ya podéis secar el llanto

y salirnos a encontrar,

quemar las cañas del Tiempo

y seguir la Eternidad» (Mistral 1954, 173).

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